Viajar por Egipto nos lleva a sentir los rastros de una de las civilizaciones más espléndidas de la historia. Este es el país de los faraones, las pirámides, la arqueología, las tumbas y los templos monumentales. Una tierra atravesada por el magnífico río Nilo, columna vertebral que da vida al desierto. Egipto es un viaje clásico y por lo mismo, no pasa de moda y no te lo puedes perder.

Desde sus hipopótamos en el río Limpopo hasta sus pinguinos en el Cabo, la diversidad de Sudáfrica es amplia. Se encuentra aquí parte del desierto del Kalahari, la icónica Table Mountain, la famosa sabana del Parque Nacional Kruger y yendo al este, los atractivos de Lesotho, Drakensberg y KwaZulu-Natal. Además está la bohemia y bella ciudad de Cape Town.

Marruecos es uno de los países más diversos de África, con sus altas montañas, extensos desiertos, costas agrestes e intrincados callejones de las antiguas ciudades medinas y souqs. Desde las dunas del Sahara hasta las cumbres de las montañas Atlas, se define el estilo de vida de bereberes, árabes y Saharawis.

En Zimbabwe se pueden ver los Cinco Grandes en espectaculares parques, descubrir sitios arqueológicos de importancia mundial y quedarse sin aliento ante la maravilla natural de las Cataratas Victoria.

Uganda es el secreto mejor guardado del continente. Aquí vive la mitad de los gorilas de montaña del planeta, grandes comunidades de chimpancés y ofrece buen safari en parques con pocos turistas. El 18% de su territorio está cubierto de agua, se encuentran las legendarias fuentes del Nilo Blanco, los lagos Victoria, Alberto y Mburo.